8.1. Hipersensibilidad (Alergia).
La hipersensibilidad es la producción de una respuesta inmune inadecuada y exagerada ante un Ag, causando daños a los propios tejidos. Para que se origine se necesita de un contacto previo con el Ag que la provoca, no presentándose en el primer contacto pues requiere una sensibilización.
Las sustancias que las provocan son por lo general inofensivas, como alimentos, medicinas, metales, polvo, polen…
Según sus mecanismos, Coombs y Gell las clasificaron en 4 tipos. Los tres primeros dependen únicamente de la reacción Ag-Ac y se manifiestan rápidamente, en minutos u horas, hipersensibilidad inmediata, y recibe también el nombre de hipersensibilidad humoral. El cuarto aparece con más lentitud, a partir de tres días, por estar mediado por células, hipersensibilidad retardada, también llamada hipersensibilidad celular.
· Tipo I, Conocida también como reacción alérgica o alergia, el desarrollo de esta hipersensibilidad es muy rápido, pues se produce entre los 10 y 20 minutos tras la exposición al antígeno, que en este caso se denomina alergeno.
Entre los alergenos más comunes se encuentran los siguientes:
- Veneno de abejas (concretamente, la fosfolipasa A).
- Proteínas de las células de polen.
- Esporas de mohos.
- Heces de ácaros presentes en el polvo.
- Pelo de animales.
- Algunos medicamentos (como la penicilina).
- Ciertos alimentos (mariscos, cacahuetes).
La reacción alérgica se desarrolla de este modo: la primera exposición al alergeno provoca un estímulo de los linfocitos TH que, a su vez, inducen la activación de los linfocitos B. Éstos fabrican inmunoglobulinas IgE, que se unen por su zona constante a los leucocitos basófilos y a los mastocitos (células fijas localizadas cerca de los capilares sanguíneos), fijándose a la superficie externa de su membrana. Se dice entonces que se ha producido la sensibilización, la cual depende de la producción de IgE. La causa última de la sensibilización al alergeno no se conoce. Parece ser, aunque aún no se ha demostrado, que la formación de las IgE depende, al menos en parte, de la información genética del individuo. También se ha atribuido a una deficiencia de los linfocitos Ts encargados de evitar una actuación excesiva del sistema inmunitario.
Una vez producida la sensibilización y tras una nueva exposición al alergeno, éste se une a las IgE fijadas previamente a los mastocitos y basófilos, lo cual provoca su desgranulación, que consiste en la secreción de sustancias que se encuentran en el citoplasma celular. Para que se produzca la desgranulación es preciso que el alergeno se una, al menos, a dos moléculas de IgE. Las sustancias expulsadas son mediadores de la inflamación (histamina, prostaglandinas y leucotrienos). Los síntomas y manifestaciones del proceso alérgico se derivan de la acción de estas sustancias, que pueden desencadenar reacciones locales (inflamación cutánea con enrojecimiento, hinchazón y picor o aumento de la secreción nasal y lacrimal) o reacciones generalizadas (contracción de los músculos de bronquios y bronquiolos, que genera dificultades respiratorias, asma o bien una importante vasodilatación general). En este último caso se puede producir la muerte por asfixia o por un descenso acusado de la presión sanguínea (shock anafiláctico).
El tratamiento de los procesos alérgicos se basa en la administración de antihistamínicos, para neutralizar la acción de la histamina, y de otros medicamentos, para aumentar la presión sanguínea y dilatar los bronquios. La solución ideal, sin embargo, consiste en desensibilizar al individuo mediante técnicas de inmunoterapia. Para ello se realizan pruebas cutáneas con el fin de identificar el alergeno responsable. Una vez detectado, se administra en dosis crecientes hasta conseguir la desensibilización. Al parecer, con este método se forman anticuerpos bloqueantes IgG que al unirse al alergeno impiden que éste se una a las IgE. También puede estar implicada la producción de linfocitos TS que provocan una disminución de la síntesis de IgE.
Esquema del desarrollo de una reacción alérgica
· Tipo II o citotóxica dependiente de Ac. En este caso el Ac producido, del tipo IgG o IgM, se dirige contra las propias células, o contra Ag extraños como fármacos o eritrocitos de transfusión. Las células son lisadas por células asesinas NK, por el complemento o por fagocitosis, pues estos Ag actúan como opsoninas.
Esquema de acción de una hipersensibilidad de tipo II
· Tipo III, mediada por inmunocomplejos. En ella la reacción Ag-Ac forma unos complejos, que en vez de ser eliminados normalmente, se depositan. Estos depósitos activan el complemento y atraen a los polimorfonucleares y a las plaquetas, que lesionan las membranas de las zonas en que se acumulan, produciendo trastornos vasculares e inflamatorios (artritis).
Esquema de acción de hipersensibilidad tipo III
· Tipo IV, mediada por células o retardada. Los linfocitos TH se sensibilizan a un Ag mediante un contacto previo. Tras un nuevo contacto con el mismo antígeno los linfocitos TD liberan linfocinas que inducen reacciones inflamatorias, activan y atraen a los macrófagos que liberan nuevos mediadores de la inflamación. También estimulan la producción de linfocitos Tc, que lesionan a los macrófagos y otras células que portan el Ag en superficie. En este grupo tenemos la alergia de contacto en la que el Ag puede ser el caucho, cromo, o metales unidos a proteínas cutáneas (relojes, bisutería…) y la prueba de la tuberculina (Ag proteico del bacilo de la tuberculosis). En las personas que hayan tenido contacto con la bacteria, ya sea por estar infectado o vacunado, tras la inoculación subcutánea del Ag, se produce fiebre, malestar y tumefacción en la zona afectada.
Esquema de acción de una hipersensibilidad de tipo IV
La reacción granulomatosa es un proceso muy grave de hipersensibilidad retardada, que produce daños importantes en los tejidos internos como consecuencia de la formación de nódulos en los que existe una inflamación continua con presencia de macrófagos y monocitos. Las lesiones titulares que caracterizan a la tuberculosis y la lepra se deben a reacciones granulomatosas.